La mayoría de las personas aprovecha estos días para hacer un balance del año y, desde luego, para elaborar una lista de buenos propósitos. Si eres de los que cada año prometen dejar los vicios y llevar una vida sana, aquí presentamos evidencias científicas que te impulsarán a cumplir las metas planteadas para 2016.
Apuntarse al gimnasio:
De acuerdo con un estudio publicado en la revista PLoS Genetics, los beneficios del deporte se empiezan a manifestar tras seis meses de práctica: se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, descienden las grasas acumuladas y se producen cambios benéficos en el material genético. De igual forma, el ejercicio permitirá mantener el autocontrol y mejorara tu sistema inmune: gran aliado contra los resfriados del invierno.
Si optas por el yoga, reduce el estrés y la ansiedad; mejora tu actividad mental y fortalece tu corazón.
Dejar de fumar:
Un estudio publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence, demostró que abandonar el hábito mejora la memoria en un 15%. Por otra parte, dejar de fumar antes de los 30 año, alarga la vida una década.
Aprender idiomas:
Es un factor que no sólo sirve para mejorar tus expectativas laborales, también es bueno para tu cerebro. Estudios científicos demuestran que el aprendizaje de otras lenguas mejora la concentración, aumenta la plasticidad cerebral y retrasa el alzhéimer.
Apuntarse a un voluntariado:
Dedicar parte de tu tiempo en ayudar a los demás, brinda satisfacciones personales. El altruismo mejora nuestra confianza y optimismo; además, promueve cambios fisiológicos en el cerebro que nos ayudan a ser más felices.
Llevar una dieta sana:
Tras los excesos navideños, no hay nada mejor que llevar una dieta saludable. Comer bien mejora tu salud cognitiva y, dietas como la vegetariana, disminuyen la presión arterial. Estudios afirman que seguir una alimentación baja en calorías, mejora la salud y retrasa el envejecimiento.
